Mirando el cartel

 

  

viernes, mayo 19, 2006

El código Da Vinci

Un rostro conocido puede albergar un misterio. Conocido no implica sabido.

Una mirada conocida puede estar entre lo masculino y lo femenino. Mirar lo que se tiene delante no implica ver lo que hay detrás. Masculino y femenino no dejan de ser los dos aspectos de una misma entidad vital.

Bajo el ajado lienzo de una conocida obra aparecen un maduro simbologista y una joven criptógrafa, vertientes masculina y femenina, clásica y contemporánea, de misteriosos rastros y enigmáticas pistas que aparecen al levantarse la tela por la zona de la boca y esparcirse sus engarzados códigos al airado viento de pública opinión. Con tamaño desgarro, la sonrisa dibujada por la boca del lienzo original ha desaparecido, la perfilada naríz ha quedado tapada y la simbolizada palabrería asciende hacia la beatífica mirada con previsible intención de nublarla.

Conclusión inducida: polemizar en torno a lo que se oculta bajo el rostro conocido deja mudo, con sesgada anosmia y previsible ceguera.

miércoles, mayo 17, 2006

Ayurveda: el arte de vivir

A la vida lo que es de la Naturaleza.

Cielo azulado y florido prado determinan la equilibrada demarcación ambiental en la que la vanguardia herbaria, sostenida ofrenda de herborista experimentado, señala la trayectoria seguida por el conocimiento natural que florece tornasolado y se extiende germinado hasta el árbol de la vida, personalísimo simbolismo de frágil tronco y poblada copa, enraizado en el verde suelo y avanzado respecto a sus verdosos congéneres que cierran el horizonte que la vista alcanza.

Al conocimiento lo que es de experiencia.

La selección herbaria más adecuada, los elementos naturales más convenientes y el ofrecimiento personal más desinteresado participan en el ciclo vital que va de la Naturaleza a la experiencia, de la experiencia al conocimiento y del conocimiento a la salud.

De muchos para unos y de ellos para todos los demás: Ayurveda y el Arte de Vivir, desde la India a tu ciudad.

sábado, mayo 13, 2006

Bajo cero (Eight below)

Los dos lados de la amistad, arriba y abajo de bajo cero, siempre, en ambos, en compañía.

Los dos lados de la aventura, arriba y abajo de bajo cero, en ambos, siempre, en la naturaleza.

Los dos lados de la supervivencia, arriba y abajo de bajo cero, siempre, en grupo.

Una frase resumen del contenido se sustenta sobre la imagen familiar del cuidador y los perros, que a su vez sirve de introducción al nombre de la productora familiar que introduce al protagonista y a los dos títulos reconocidos hasta llegar a la imagen de los ocho animales, solos en su hábitat natural, sobre la base de créditos de quienes declaran haber participado en la plasmación de una historia, dicha real, de supervivencia, aventuras y amistad; con lo que volvemos a estar al comienzo.

El cartel, elemento publicitario, publicita la cara visible. Se ajusta a verdad pero toda moneda tiene su cruz, su otro lado. En este caso, al otro lado del cartel, también, en la pantalla.

viernes, mayo 12, 2006

Hard candy

El cartel del desembarco en las pantallas comerciales, en imagen y más de lo que sería de desear, habla de la trama de la historia y, en palabras, muestra el despliegue de opiniones que, junto con las referencias a los festivales de Sitges y Sundace, refrendan e invitan al espectador a elegir esta película de entre otras muchas de la cartelera.

No se quiere errar el tiro del estreno. Objetivo: atrapar al lobo feroz de las taquillas, sea por la roja imagen de la indefensa adolescente (tierno bocado para calenturientas fauces babeantes), sea por la metálica dentada perimetral del cepo (tentador reclamo ocular para sanguiolentas mentes).

Sin embargo, si bien la vista es la que trabaja, a menudo nos engaña. En el arte de la caza, también hay capítulo para el cazador cazado (¡oh!, caliente café la tentación) y para el cazado cazador (¡oh!, frío refresco la venganza).

Ahora, y una vez el cebo en el cepo, a esperar el desarrollo de los acontecimientos.

El cartel presentado en Sitges-05 gira en torno a la sugerente transparencia de la pareja de vasos vacíos conteniendo, cada uno, un tentador caramelo rosado, dulce al paladar de la imaginación, sabroso al gusto de la situación y pegajoso al tacto sensorial de la tentación.

Uno de los caramelos, el que está bajo el epígrafe de difícil, mira al observador ofreciéndose como diana. El otro, el candoroso, aparece recostado y, en verdad, mostrando su lado más estrecho.

La tarjeta del título descansa sobre los vasos, avisando a quien opte por llenarlos, cualquiera de ellos, de que si no se anda con vista, el chupito se le puede atragantar.

viernes, mayo 05, 2006

Misión: Imposible III

Cual escapista avezado, el contorsionado protagonista aparece encajado en el cartel, con el mundo tras de él, la tecnología a flor de piel y la tierra levantándose bajo sus pies.

No hay mayor enemigo que el que no se ve. Si por pequeño, letal. Si por enorme, bestial.

No hay peor enemigo que el que te hace cuestión personal: el odio, como el óxido, nunca duerme y en cuanto bajes la guardia corroerá lo que encuentre expuesto y desprotegido. Teniéndolo perdido, irá a por lo más querido.

Mejor corre, la velocidad te mantendrá en equilibrio pero no te extrañe que el suelo se abra bajo tus pies y el miedo entre por tu boca entreabierta y el temor anide en tu espalda; al fin y al cabo lo imposible no siempre escapa de lo posible.