La vida secreta de las palabras
En lo iluminado, las canas se tiñen de rubio y los cabellos rubios lucen dorados. La luz de la denuncia restituye y realza.
En lo sombreado, las caras aparecen grises y los cuerpos se confunden con la noche. La sombra de la indiferencia decolora y confunde.
Él cierra los ojos para perfilar un sueño de futuro. Ella, con los ojos cerrados, intenta despertar de la pesadilla del pasado.
Las palabras flotan y se arremolinan, no en busca de un oído que las absorba sino a la espera de unos ojos que las asimilen, entiendan y absuelvan.
El título, blancas palabras en letra de periodística máquina de escribir como salidas de la boca de ella, aporta luz y taquígrafos.